Recopilación automática de datos de navegación en tiempo real para observar clics, scrolls y rutas de interacción.

Uso de grabaciones o IA para analizar expresiones faciales, pausas o patrones de clic en interacciones sensibles o complejas.

Método para entender cómo los usuarios agrupan información, ayudando a definir o validar una arquitectura de información.

Permiten a los usuarios expresar sus opiniones en sus propias palabras, aportando contexto y detalle.

Cuestionarios cortos que miden la satisfacción, lealtad y usabilidad percibida del producto.

Entrevistas realizadas mientras el usuario interactúa con su entorno real.

Luego de la prueba, se entrevista al usuario sobre su experiencia para complementar observaciones con motivaciones y emociones.

Conversaciones individuales con usuarios para explorar sus motivaciones, necesidades y opiniones en detalle.

Solicitar feedback justo en el momento de uso, dentro de la app o sitio web, para obtener opiniones oportunas y específicas.

Estudio del comportamiento del usuario a través de pasos clave en un proceso (registro, pago, etc.) para detectar abandonos.

Sesiones moderadas con varios usuarios simultáneamente para recoger percepciones colectivas sobre un tema.

Versión rápida y económica de test de usabilidad, realizada en entornos informales y con usuarios no necesariamente objetivos.

Observación directa del usuario en su contexto natural para entender comportamientos reales.

Herramienta visual para identificar y clasificar suposiciones clave según su impacto y nivel de certeza.

Visualizan hasta qué punto de la página los usuarios hacen scroll o a qué áreas prestan más atención visual.

Creación colaborativa de arquetipos hipotéticos de usuarios basados en conocimiento interno y supuestos.

Se lanza cada versión a un subconjunto de usuarios reales y se mide el rendimiento con indicadores como clics, conversiones o permanencia.

Durante la prueba, el usuario verbaliza lo que piensa, lo que permite comprender sus decisiones y frustraciones en tiempo real.

Sesiones donde los usuarios interactúan con un prototipo mientras son observados, para detectar problemas de usabilidad.

Los usuarios realizan tareas simuladas con el prototipo mientras se observa si pueden completarlas y cómo navegan por la interfaz.

Seguimiento del usuario durante su jornada sin intervenir.

Los usuarios completan tareas específicas mientras se mide el tiempo, errores y tasa de éxito para validar eficiencia.

Se presentan dos o más versiones visuales a los usuarios para identificar cuál prefieren o consideran más clara, estética o comprensible.

Evalúa si los usuarios hacen clic inicialmente en la zona correcta para completar una tarea. Predice éxito en la navegación.

Se muestra una pantalla o diseño solo unos segundos, luego se pregunta qué recuerda o qué sensación tuvo, evaluando claridad, jerarquía y primera impresión.

Sesiones rápidas con expertos o stakeholders internos para contrastar suposiciones clave sobre usuarios, motivaciones y problemas.

Ayuda a jerarquizar funcionalidades o requerimientos según valor percibido por usuarios o stakeholders.

Evalúa si los usuarios pueden encontrar información en una estructura ya definida (como un menú o mapa de navegación).

Métodos cualitativos para descubrir actitudes implícitas, como completar frases o elegir metáforas.